Haruka entra en la habitación de Akira y evita que ella queme algo, que es el diario perdido del médico, donde está escrito que Kazuha y Akira tienen la posibilidad de confundir la identidad. Con el diario, les sugiere a Yahiro y Kazuha una prueba de ADN para probar las cosas de una vez por todas. Yahiro se niega, pero, a pesar de la desaprobación de su madre, Kazuha accede. Haruka le informa a Akira en el santuario al día siguiente que los resultados del ADN estarán disponibles en cinco días, pero Akira desaparece al quinto día. Haruka la encuentra en la estación de tren, donde hablan hasta la noche. Cuando llegan los resultados del ADN esa noche, Kazuha y Sora se los entregan a Akira, que todavía está en la estación, pero ella se agachó, demasiado asustada para leerlo.

Haruka y Sora Kasugano vuelven a casa, a un lugar lleno de recuerdos. Tras haber perdido a sus padres en un trágico accidente de coche, los gemelos deciden volver al campo y empezar de nuevo la vida en la casa de su abuelo, un recuerdo constante de los momentos de su pasado. Los saludan sus amigos de la infancia, Nao Yorihime y Akira Amatsume, y la recién llegada Kazuha Migiwa. Es una cálida bienvenida, simbólica de los días que deben llegar. Su paz es meramente efímera, sin embargo, a medida que las emociones reprimidas, nacidas de votos tanto recién descubiertos como olvidados, comienzan a ejercer su influencia en las nuevas vidas de los gemelos. Y en el fondo, un oscuro secreto, sólo conocido por ellos, comienza a desatarse.